jeudi 30 octobre 2025

El Sáhara Occidental, la última colonia de África, necesita su independencia, no una autonomía
La propuesta de Marruecos viola la Declaración Universal de Derechos Humanos

Ahmed Aminu-Ramatu Yusuf, Premium Times Nigeria , 25/10/2025

Traducido por CMBL para Solidarité Maroc

Ahmed Aminu-Ramatu Yusuf trabajó como subdirector del Gabinete de Asuntos Presidenciales de Nigeria y se jubiló como director general (Administración) de la Agencia Meteorológica de Nigeria (NiMet). [Correo electrónico: aaramatuyusuf[at]yahoo[dot]com]

La descolonización del Sáhara Occidental no es solo una cuestión de historia, de moralidad, de política y de diplomacia. Es, ante todo, una cuestión de justicia. Por lo tanto, los seres humanos, especialmente aquellos comprometidos con las políticas emancipadoras, con el desarrollo y la justicia, deben empatizar, solidarizarse y apoyar al pueblo saharaui de todas las maneras posibles y por todos los medios necesarios, contra la intransigencia de Marruecos.

La República Árabe Saharaui Democrática (RASD), más conocida como Sáhara Occidental, es la última colonia de África. Fue entregada técnicamente a Marruecos y Mauritania por su primera potencia colonizadora, España, en octubre de 1975, para ser recolonizada.

Este octubre, por lo tanto, se cumplen cincuenta años desde que Marruecos invadió y ocupó ilegalmente el Sáhara Occidental. Pero también se cumple el cincuenta aniversario de la incansable resistencia del pueblo saharaui contra la ocupación y de su lucha por independizarse de Marruecos.

Asimismo, octubre marca cincuenta años de desesperación, decepción política y fracasos diplomáticos de Marruecos en subordinar, contener y neutralizar la lucha del pueblo saharaui. Igualmente, marca el quincuagésimo año de la interminable construcción por parte de Marruecos de propuestas colonialistas que ofenden el sentido común, transgreden la lógica, violan las leyes internacionales y contravienen la ética humana civilizada.

Igualmente, este mes se cumple el cincuenta aniversario de la solicitud de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) de la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el estatus legal del Sáhara Occidental. La CIJ dictaminó que, si bien existían lazos entre el Sáhara Occidental y Marruecos en el período pre-colonial, esos lazos no convertían a uno en parte del otro. En consecuencia, el Sáhara Occidental es distinto e independiente de Marruecos. Como tal, el principio de la libre determinación se aplica plenamente al Sáhara Occidental.

Fue después de este dictamen histórico que Marruecos y Mauritania marcharon criminalmente con sus elementos lumpen para ocupar y dividirse el Sáhara Occidental. Aunque Mauritania se dio cuenta de su estupidez y se retiró en 1979, el anacrónico Marruecos, gobernado por una monarquía retrógrada, ¡persiste en la ocupación ilegal del Sáhara Occidental!

Marruecos, al no haber conseguido que el Frente Polisario, el único y auténtico representante del pueblo saharaui, fuera declarado "organización terrorista" por sus aliados occidentales y sionistas, está ofreciendo ahora una endulzada "Propuesta de Autonomía del Sáhara Occidental". Presentada por primera vez al Consejo de Seguridad de la ONU en abril de 2006, la propuesta renombró engañosamente al Sáhara Occidental ocupado como "Región Autónoma Saharaui". Propone que el poder se comparta entre Marruecos y el Sáhara Occidental.

La propuesta busca establecer órganos legislativos y ejecutivos para la región autónoma. El Parlamento sugerido estaría compuesto por miembros elegidos y designados que representasen a diversos grupos saharauis, mientras que el Ejecutivo sería designado por el monarca marroquí.

Además, Marruecos propone estar a cargo de la seguridad, defensa e integridad territorial del Sáhara Occidental ocupado; supervisar su poder judicial y la moneda; controlar sus derechos y libertad religiosa; y decidir sobre los símbolos nacionales de la región, incluida su bandera y su himno.

La región, por otro lado, supervisaría la policía y las jurisdicciones locales; y la planificación y el desarrollo económico, incluyendo la inversión, el comercio, la industria, la agricultura y el turismo. También gestionaría el desarrollo de infraestructura, incluido el transporte, las obras públicas, el agua y la electricidad. Además, se encargaría de asuntos de política social como la educación, el empleo, la salud, el bienestar social, la seguridad social y los deportes; asuntos culturales y ambientales; y la cooperación con gobiernos regionales extranjeros.

La "Región Autónoma Saharaui" sacada de la chistera por Marruecos es, cuanto menos, ofensiva para el sentido común; insulta a la lógica; niega la opinión consultiva de la CIJ; viola las declaraciones, resoluciones y leyes de la ONU; y contraviene gravemente todos los elaborados planes de paz de la ONU y la Unión Africana (UA).

La propuesta de Marruecos, para empezar, infringe la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, que establece que "Todos los seres humanos nacen libres e iguales". También viola el Artículo 20 (1) de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP), que afirma que: "Todos los pueblos tendrán derecho a la existencia. Tendrán el derecho innegable e inalienable a la libre determinación. Determinarán libremente su estatuto político y asegurarán su desarrollo económico y social según la política que hayan escogido libremente".

La propuesta también intenta eludir las resoluciones de la ONU y la UA, que buscan resolver de manera generosa y amistosa la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. El plan, elaborado conjuntamente por la ONU y la UA, firmado tanto por el POLISARIO como por Marruecos, y respaldado por el Consejo de Seguridad en 1990, estipula simplemente que el pueblo saharaui debe votar en un referéndum si desea o no ser independiente, o convertirse en parte integral de Marruecos. Si Marruecos fuera sincero, ¿por qué se negó a aceptar el acuerdo que firmó?

La propuesta de Marruecos también contraviene la opinión consultiva de la CIJ, que establece que entre el Sáhara Occidental y Marruecos no existen lazos legales que: "puedan afectar a la aplicación de la Resolución 1514(XV) en la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, del principio de libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de los pueblos del Territorio".

¿Por qué Marruecos se niega a acatar este sencillo dictamen de la CIJ?

De manera similar, ¿por qué Marruecos, que presume de civilidad, liberalidad y modernismo, se ha negado a respetar cualquiera de las resoluciones de la UA sobre el Sáhara Occidental; y los fallos de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP)? En 2022, la CADHP, por ejemplo, dictaminó que la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos viola el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación y ordenó a los estados africanos que ayudasen a asegurar la independencia del Sáhara Occidental.

Igualmente, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido siete fallos clave sobre los acuerdos comerciales entre la Unión Europea (UE) y Marruecos. Todos reconocen que el Sáhara Occidental es distinto e independiente de Marruecos; subrayan la importancia del principio de la libre determinación en el derecho internacional; y obligan a los países europeos a respetar el derecho inalienable del pueblo saharaui a la libre determinación. Sin embargo, ¡Marruecos y sus patrocinadores europeos se negaron a obedecer los fallos del TJUE!

Marruecos, como miembro de la ONU y de la UA, debe, por lo tanto, respetar y subordinarse totalmente a las cartas de la ONU y la UA. También debe adherirse a la opinión de la CIJ y a los fallos de la CADHP y el TJUE.

La propuesta de autonomía de Marruecos equivale además a pedir al Frente POLISARIO que abandone sus objetivos, misión y metas; imponga un hecho consumado de ocupación y colonización; y obligue al pueblo saharaui, a quien el derecho internacional le otorga el derecho a la libre determinación, a aceptar una autonomía que es francamente injusta, no democrática, anti-democrática y deshumanizadora.

Si el Frente POLISARIO aceptara la propuesta de Marruecos –y Dios no lo permita– estaría abandonando las gloriosas tradiciones de resistencia y la rica cultura de lucha del pueblo saharaui. Sería equivalente a arrojar a las hienas las históricas ganancias militares, políticas, legales, diplomáticas y morales del pueblo saharaui. Sería sinónimo de cometer un suicidio nacional.

Por lo tanto, el Frente POLISARIO debe continuar su lucha, con más vigor y rigor, por la independencia del Sáhara Occidental, en el espíritu y la letra del Artículo 20 (2) de la CADHP, que establece que: "Los pueblos colonizados u oprimidos tendrán derecho a liberarse de los lazos de la dominación recurriendo a todos los medios reconocidos por la comunidad internacional."

El hecho de que la propuesta de Marruecos esté respaldada por América del Norte, los países de la UE –especialmente Francia y España, Reino Unido (RU)–, Israel sionista y del Apartheid y, por supuesto, algunas de sus neocolonias dentro y fuera de África, no le otorga ninguna credibilidad ni la hace legítima.

La descolonización del Sáhara Occidental no es solo una cuestión de historia, moralidad, política y diplomacia. Es, ante todo, una cuestión de justicia. Por lo tanto, los seres humanos, especialmente aquellos comprometidos con la política emancipadora, el desarrollo y la justicia, deben empatizar, solidarizarse y apoyar al pueblo saharaui de todas las maneras posibles y por todos los medios necesarios, contra la intransigencia de Marruecos.

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Autonomía es anexión

Carta al al presidente Donald Trump

Cristina Martínez Benítez de Lugo *

Sr. Trump,

Según la prensa, dice Vd. que la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental es la única base para una solución justa y duradera de la disputa.

Y dice también la prensa que Vd. va a proponer al Consejo de Seguridad que se determine una autonomía del Sáhara Occidental dentro de Marruecos.

Sus asesores saben que esto no es posible. Quizá no le hayan explicado bien que el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización y que es la propia población de ese territorio la que tiene que decidir su futuro. No terceros estados.

Para que se produjese esa autonomía que viene proponiendo Marruecos y que Vd. bendice, haría falta anexionar previamente el territorio. Y eso es lo que no se puede hacer. Los saharauis tienen el derecho de autodeterminación.

No se trata de una disputa. Se trata de acatar o no el Derecho Internacional. Una anexión no es una solución justa. 

Gracias.

*Participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis (MPPS)

 

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