Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense, publica un nuevo libro con el objetivo de releer críticamente el colonialismo español en territorio saharaui.
Recibimiento a las autoridades
españolas en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental. Fondo Antonio
Bustamante
Miguel Muñoz, Publico, 20-12-2025
Periodista español. Comenzó su carrera en la prensa de Albacete. Se especializó en información internacional y trabajó en La Nación en Costa Rica. En 2014 empezó a cubrir política y sociedad en Cuartopoder. Trabajó en comunicación política institucional. Desde 2021 forma parte de la sección de política de Público, cubriendo información del PSOE y Moncloa. X
"El colonialismo español en el Sáhara Occidental no fue
inocuo y benigno como se suele presentar". Es una de las frases que se
encuentran en la sinopsis de un nuevo libro que aborda el final de la presencia
de España en su antigua colonia. Un "producto de la dictadura
franquista", como lo define su autor cuando se han cumplido
50 años del abandono del territorio saharaui.
Isaías Barreñada es profesor de Relaciones Internacionales de la
Universidad Complutense de Madrid (UCM). En Sáhara Occidental. 1975: el
final del colonialismo franquista (Catarata, 2025) aborda en profundidad
los sucesos en torno a 1975 y los primeros meses de 1976. Para ello se apoya en
abundante documentación histórica o testimonios de quienes protagonizaron
aquellas fechas.
"El libro tiene dos objetivos. Uno es es recordar un poco el carácter
franquista del colonialismo en el Sáhara y el otro es contribuir un poco a
releer críticamente el hecho colonial español en el Sáhara quitándole esa
caracterización paternalista y en cierta forma desresponsabilizadora",
señala Barreñada en conversación con Público.
Para Barreñada se ha presentado el colonialismo español como no
violento comparado con el francés en Argelia o incluso con el portugués.
"Es cierto que desde el punto de vista cuantitativo hubo menos violencia.
Hubo un enfrentamiento bastante light entre el Frente Polisario y
las autoridades españolas en los últimos años. Pero estamos hablando de muy
pocas víctimas", señala.
Recuerda el autor que se instaló un discurso de "civilizar" o
"sedentarizar" a la población autóctona saharaui. "Muchas veces
se señala que se les hizo ciudadanos españoles cuando eran ciudadanos a medias.
Porque incluso luego las autoridades reconocieron que era una ciudadanía muy
particular y en la práctica eran ciudadanos de segunda. Lo que se quiere
también es encubrir unas prácticas coloniales para ocultar que había una
discriminación, había racismo y otras prácticas", afirma.
Barreñada recuerda que a los saharauis cuando iban al cine los ponían en
el gallinero separados de los blancos o que durante mucho tiempo no pudieron
ir a las piscinas públicas como el resto de los españoles. "Ganaban
menos dinero o se les aplicaba una justicia diferente", añade.
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“A los saharauis cuando iban al cine los
ponían en el gallinero separados de los blancos” |
Comparte el autor que este tipo de asuntos no está muy presente en los
discursos sobre el Sáhara actualmente. "Los saharauis obviamente hoy
prefieren, creo que también de una manera táctica, focalizar sus luchas ante la
ocupación marroquí. Y dejan aparcado el tema de la violencia española.
Cuando rascas un poco, cuando llegas a un cierto nivel de complicidad con tu
interlocutor te reconocen que los discriminaban y que no eran exactamente
iguales. Eso no quita que hubiese un maestro de escuela que fuera inspirador
para muchos de ellos o no quita que con los colonos españoles tuvieran buenas
relaciones".
Los sucesos de Zemla
Con los primeros movimientos nacionalistas saharauis aún por
desarrollar, el mes de junio de 1970 marca "un hito en la construcción
identitaria" del pueblo saharaui. Se trata de los llamados sucesos de
Zemla. El movimiento liderado por Basiri convocó una manifestación para
denunciar las condiciones de vida de los saharauis. Las autoridades franquistas
actuaron con mano de hierro y se reportaron víctimas mortales por parte del
movimiento saharaui. Basiri además fue detenido y desapareció. Lo que
sucedió realmente todavía se desconoce de manera oficial.
"El movimiento de resistencia saharaui se encuentra con el
franquismo. No se encuentran una administración liberal. Se encuentran con el
franquismo. Y el franquismo resolvía los temas cooptando o reprimiendo.
Y es lo que le intentaron hacer al movimiento de Basiri. Lo que pasa es que la
gente quería más", señala Barreñada. Sus reivindicaciones y demandas eran
"gradualistas", según indica el autor, pero al mismo tiempo estaban
acopiando armas.
"Se estaban preparando para otros niveles y les respondieron con
violencia. Desaparece Basiri pero desaparecen más. Metieron en la cárcel a un
montón de ellos. Y eso agudizó la confrontación con España", señala
el profesor de la UCM. En ese momento también se rompió algo con los jefes de
tribu, que eran intermediarios entre los españoles y el nuevo movimiento
nacionalista. A partir de ese momento se incluyen en sus reivindicaciones
superar esa intermediación.
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“El movimiento de resistencia saharaui se
encuentra con el franquismo (...) Y el franquismo resolvía los temas
cooptando o reprimiendo” |
"Es un acelerador de la conciencia de descolonización", afirma el autor. El Frente Polisario se funda en 1973 y progresivamente caló en la población saharaui. "Algunos de los reprimidos y perseguidos en Zemla, después de unos meses de cárcel o de destierro, son los que ponen en marcha el Frente Polisario. Hay una cierta continuidad en la resistencia por parte de algunas figuras", explica Barreñada.

Las autoridades españolas detienen a activistas del
Frente Polisario. Revista de la Legión
La visita de la ONU en mayo de 1975
Con el Polisario ya en marcha y la ONU presionando a España para que
convocara un referéndum de autodeterminación, el punto de inflexión total en la
antigua colonia iba a suceder en mayo de 1975. La visita de una delegación del Comité
Especial de Descolonización de Naciones Unidas dio lugar a unas
manifestaciones multitudinarias en favor de la independencia en las principales
ciudades del territorio. "Sorprendieron a todos y contribuyeron, a modo de
detonante, a que las autoridades españolas decidieran el abandono del
territorio", señala el libro. El Polisario se erigió entonces como
"la fuerza política dominante" en el territorio, tal y como dejó
escrito ese Comité de la ONU.
"Fue decisivo. Todos te dicen lo mismo. Te lo dice un diplomático
español, te lo dice un militar, te lo dice un activista saharaui, te lo dice
gente de a pie. Todos dicen que todo cambió con la visita de la ONU",
apunta el autor. La llamada Operación Golondrina, que sirvió para
repatriar a todos los españoles se empieza a diseñar en el momento en que sale
la misión de Naciones Unidas, sostiene Barreñada.
Es decir, cuenta el profesor de la UCM que entre finales de mayo y
principios de junio los militares ya se sientan y dicen: "Tenemos que
preparar la evacuación. No sabemos cuándo se dará pero hay que
prepararla porque nos vamos." A partir de entonces los niños en las
escuelas les dijeron a los españoles que al año próximo ya no empezarían el
curso. "Ya habían tomado la decisión, no hubo que esperar la Marcha
Verde", afirma Barreñada.
Papel del PSOE y el PCE
En el libro se aborda también el rol que jugaron entonces los partidos
antifranquistas españoles como el PCE o el PSOE. Respecto a los primeros,
Barreñada recuerda que su acción tenía dos planos. Por un lado, los que hacían diplomacia
entre partidos. Es decir, la gente que estaba en el exterior, en Moscú o
Praga. Representaban oficialmente al partido y tenían relación con los partidos
comunistas del mundo.
"Tenían relaciones con el Partido Comunista Marroquí y
metían en un mismo saco las reivindicaciones por el final del protectorado con
la descolonización de Ceuta y Melilla y todo lo que dijeran los camaradas
marroquíes sin hacer muchas distinciones", destaca. Pero en las
estructuras comunistas del interior de España "tenían una percepción
distinta de lo que ocurría en el Sáhara. "A muchos de los activistas
comunistas les castigaban mandándoles al Sáhara a hacer la mili", recuerda
el autor.
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“A muchos de los activistas comunistas les
castigaban mandándoles al Sáhara a hacer la mili” |
Barreñada destaca que desde finales de los años 60 hay células del PCE entre los soldados españoles en el Sáhara. El autor ha encontrado en el archivo histórico del partido los informes que enviaban de manera anónima. Aparte de los movimientos para captar más militantes en el Ejército, en esos documentos se abordan las condiciones "coloniales" en las que viven los saharauis. "Era un discurso totalmente distinto al del departamento de relaciones internacionales del PCE en Praga", afirma el autor.
No fue hasta 1975, precisamente tras la visita de la misión de Naciones
Unidas, cuando hay un giro. También influyó, apunta Barreñada, la posición
de Cuba, que comenzó a apoyar, probablemente influida por la diplomática
Marta Jiménez, una de las participantes en el Comité de la ONU. El propio
Santiago Carrillo reconoció el cambio abrupto de posición.
En cuanto al PSOE, con "mucha menos implantación" en aquellos
momentos, fue diferente. Barreñada resalta que había algunas personas con
preocupaciones "descolonizadoras" y que los socialistas denunciaron
los Acuerdos de Madrid mediante los que se cedió el territorio saharaui
en noviembre de 1975. Pero en las actas de sus congresos de la época no hay ni
una sola mención al Sáhara, según resalta. "En Suresnes (1974) no se dice
nada del colonialismo, por ejemplo. Son cosas muy llamativas", afirma.
Luego en noviembre de 1976 Felipe González visitó los campamentos
de población refugiada en Tinduf donde prometió el apoyo al Sáhara "hasta
la victoria final". El Polisario acudió como invitado al Congreso del PSOE
en diciembre de 1976.
En este contexto, Barreñada incide en que quienes se movieron antes
fueron las organizaciones de izquierda más radical como una escisión del PCE, el
PCE (m-l), el FRAP o la LCR. Los primeros llegaron a mandar un barco desde
Canarias con ayuda al Sáhara.
¿Queda algo por saber?
Con la esperada nueva Ley de
Secretos Oficiales aprobada en el Consejo de Ministros,
aunque sin avances en las Cortes, deberían conocerse asuntos relacionados con
la salida de España del Sáhara Occidental, ya que han pasado 50 años. ¿Queda
algo por saber? Barreñada apunta a los detalles sobre la represión. "¿Qué
pasó con gente que desapareció o que fue reprimida? También estamos hablando de
pocos casos en comparación con las barbaridades de Argelia o de otros lugares.
Hay una parte ahí que está diluida y no se sabe muy bien.
Por otro lado, lo más "sensible" para el autor tiene que ver
"con la toma de decisiones en los últimos meses del franquismo" y la
implicación de las autoridades. Pone como ejemplo la figura de Juan Carlos I
o el papel de Kissinger. "Lo que ocurre es que mucha información se ha
podido reconstruir en base a archivos de fuera. Habría que confirmarlo con los
archivos de aquí y ver si todo encaja tal como se ha podido reconstruir",
añade.
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“¿Qué pasó con gente que desapareció o que fue
reprimida?” |
"Yo creo que hay un conocimiento bastante ya completo de más o menos lo
que hubo. Pero es posible que nos lleváramos todavía una visión más nítida.
Pero yo creo que tiene más que ver con las mañas que utilizó Marruecos para
hacerse imprescindible ante Estados Unidos y cómo eso encajó ante su
necesidad de garantizar un traspaso de poder en España de Franco a Juan Carlos
para que no pusiese en riesgo sus intereses", afirma Barreñada.
El profesor recuerda que en esa época estaban pendientes de negociar la
renovación de los acuerdos de militares y de las bases. "Estados
Unidos lo que quería era que el que viniera después de Franco no pusiera en
cuestión lo que se había construido desde el año 53. Ese era el objetivo",
indica.

Saharauis simpatizantes del Frente Polisario
manifestándose en El Aaiún días antes de la Marcha Verde a finales de octubre
de 1975. AFP
También destaca Barreñada algunas cuestiones que tienen que ver con con
el periodo de Arias Navarro, es decir, después de la muerte de Franco.
"Hay cuestiones ligadas a los intereses económicos. Hay que
recordar que los acuerdos tripartitos tenían unos anexos económicos que se
conocieron un par de años de después. Hay testigos que hablan de que hubo gente
que se benefició de la salida y las indemnizaciones. Todos esos detalles no se
conocen suficientemente. Hubo gente que hizo negocio con la salida y de eso
tenemos muy pocos datos", apunta.
Tampoco hay datos, continúa Barreñada, sobre cómo se gestionó la
participación española en la empresa de fosfatos Fosbucrá. Hasta los
años 2003-2004 España fue coproprietaria. "Yo recuerdo una conversación en
la SEPI en esa época y nos reconocieron que llevaban muchos años sin ir al
Consejo de Administración de Fosbucrá. Te reconocían verbalmente que no había
nada de información. Todos esos elementos nos faltan para tener una idea más
clara", concluye.





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